SAM en la nube

Cuando una empresa traslada su actividad a la nube (mediante servicios como Office 365, Salesforce o Google Apps), tiene la oportunidad de adaptar sus prácticas de Gestión de Activos de Software (SAM) para asegurarse de que aprovecha al máximo sus suscripciones.

Con ello adquiere una agilidad que, anteriormente, habría supuesto un elevado precio.  Los servicios se pueden prestar, configurar, reconfigurar y lanzar en cuestión de minutos, permitiendo que la TI de una organización avance finalmente a igual ritmo que su crecimiento.

Dada la facilidad con que se prestan los nuevos servicios en la nube, existe la posibilidad de que una empresa no contrate el servicio adecuado o de que un empleado se suscriba a servicios sin la debida autorización, pudiendo eludir los habituales elementos de control y equilibrio SAM.

El uso de servicios en la nube también entraña un modo diferente de plantearse el coste total de propiedad (TCO), que engloba los costes de los servicios, los costes de licencias de software adicionales debido al uso de software en la nube y una serie compromisos mínimos que trascienden las necesidades de una organización. Conocer otras tendencias tecnológicas, como la de «trae tu propio dispositivo» (BYOD), también resulta crucial para aumentar al máximo sus oportunidades en la nube y adaptar su enfoque SAM en consonancia.

Modelos de servicios en la nube

Existen varios modos de utilizar los servicios en la nube: todo depende del grado de responsabilidad que desee asumir y de lo que esté dispuesto a dejar en manos del proveedor.

  • Software como Servicio (SaaS): Esta modalidad permite al cliente utilizar un producto o servicio almacenado en la infraestructura de nube del proveedor; por ejemplo, el correo electrónico por web.
  • Plataforma como Servicio (PaaS): Este servicio permite al cliente acceder a la infraestructura de nube del proveedor, pero normalmente es el cliente quien aporta sus propias aplicaciones y datos.
  • Infraestructura como Servicio (IaaS): Este servicio permite al cliente acceder a los componentes de la infraestructura del proveedor, tales como hardware de red, almacenamiento y servidores. El cliente aporta todo lo demás.

Plantearse SAM con SaaS

El Software como Servicio (SaaS) es un servicio de suscripción al que se accede habitualmente a través de un navegador web.

Al utilizar SaaS, existen varias formas con las que SAM puede ayudarle a sacar el máximo provecho de su suscripción, por ejemplo:

  • Software adicional: es posible que algunas soluciones SaaS requieran la instalación de software adicional en ordenadores portátiles. Un buen ejemplo de ello es Microsoft Office 365: las suscripciones más económicas no incluyen necesariamente aplicaciones de oficina, como Word o Excel. Saber qué necesita garantiza que adquiera una suscripción óptima y, por ende, las licencias adecuadas a sus necesidades.
  • Uso no autorizado: las soluciones SaaS pueden entrañar restricciones de uso relativas, por ejemplo, a limitaciones geográficas o al uso compartido de cuentas. Así, por ejemplo, si un director comparte sus credenciales con su empleados, diez personas podrían acceder a una cuenta con licencia para solo una persona.
  • Shelfware: este término hace referencia a cuando una empresa paga más software del necesario. Una vez más, se trata de conocer sus necesidades y obtener la suscripción adecuada para satisfacerlas.

Virtualización y SAM

Para comprender los servicios IaaS y PaaS, es importante saber primero qué es la virtualización y la función que esta desempeña.

Todas aquellas tecnologías en la nube que no son SaaS están basadas en (y habilitadas por) la tecnología de virtualización.

Una sola máquina (el host) puede tener instaladas varias máquinas virtuales, todas ellas independientes. Al crear varios recursos con una sola máquina, las empresas pueden escalar y ejecutar mayores cargas de trabajo con menos costes de infraestructura y mantenimiento.

Tradicionalmente, se otorgaba una licencia a cada software para su uso en una máquina específica. Sin embargo, en una máquina física puede haber varias máquinas virtuales, lo que puede resultar problemático desde el punto de vista de SAM.

Dada la naturaleza trepidante y flexible de la virtualización, los fabricantes de software tratan constantemente de actualizar sus políticas de concesión de licencias. Por este motivo, usted necesita un robusto programa SAM para trabajar con estos fabricantes para asegurarse de saber qué está por llegar y actuar en consonancia.

SAM y la Infrastructura/Platforma como Servicio

En los modelos de implementación no SaaS (IaaS y PaaS), el proveedor de servicios en la nube (CSP) suministra parte del software mientras que el resto del mismo lo suministra la empresa. Ejemplos de ello son Amazon EC2, Microsoft Azure e IBM SmartCloud.

Al contratar servicios en la nube, es importante prestar atención a los proveedores de estos servicios. Es posible contratar servicios en la nube directamente de los proveedores de servicios en la nube (CSP), como IBM, Amazon y Microsoft, así como de terceros proveedores con licencia de dichos CSP que ponen sus servicios a disposición del público.

Si contrata a un tercer proveedor los servicios en la nube, también es importante asegurarse de que disponen de los contratos pertinentes con sus correspondientes CSP para prestar servicios en la nube originales.

Esto significa que debe adaptar su programa SAM a la nube, centrándose en:

  • Transferir las licencias a la nube: puede que determinadas licencias necesiten el permiso del fabricante de software antes de poder instalarlo en una máquina virtual fuera de las instalaciones. Algunos fabricantes importantes tienen políticas que prohíben el uso de sus licencias en la nube, mientras que otros son menos claros al respecto. El incumplimiento de estas políticas puede salir muy caro.
  • Uso no autorizado: al igual que con SaaS, la licencia puede tener restricciones respecto del modo en que se usa el software, tales como limitaciones geográficas (un CSP puede tener sus servicios en un lugar no contemplado en la licencia del fabricante de software) o de dispositivos y plataformas (determinados entornos en la nube pueden estar excluidos por la licencia o puede que el uso de la nube no esté permitido).
  • Medición: como ya se ha comentado, muchas licencias se miden utilizando hardware. Esto supone ya una complicación cuando la máquina está en las instalaciones, pero con IaaS y PaaS, la tarea resulta aún más difícil.
  • Auditorías: la mayoría de acuerdos de licencia de software permiten a su fabricante realizar auditorías (previo aviso) del uso que hace el cliente del software. Los CSP son menos propensos a conceder el acceso, especialmente si se trata de una nube pública que utilizan otras empresas.
  • Recuperación de licencias: debe comprobar si pueden recuperar las licencias en caso de que rescindan su contrato en la nube. En algunos casos, puede ser necesario solicitar permiso expreso al CSP y al fabricante del software.

 

Primeros pasos

Resulta patente que el trepidante entorno de la informática en la nube exige ajustar el enfoque que las empresas deben adoptar ante la gestión de activos de software.

Debido a los importantes matices, conviene estudiar cada caso de licencias de software antes de incorporarse a la nube. No obstante, es posible adoptar una serie de medidas generales para avanzar en la dirección correcta.

  • Asegúrese de incluir SAM en su proceso de planificación para la nube, trabajando con su CSP y con los fabricantes de software.
  • Estudie sus actuales acuerdos de licencia y aclare con los fabricantes de software las normas relativas a la instalación de software en la nube. Puede ayudarse de un análisis de partida SAM que ofrezca una visión integral de su actual despliegue de productos y licencias y cómo optimizar sus inversiones de software, incluido el traslado a la nube.
  • Aplique nuevas políticas para asegurarse de que sus empleados se suscriben a los nuevos servicios en la nube a través de los cauces adecuados.
  • Analice sus actuales servicios en la nube para sacarles el máximo partido y mantener el cumplimiento normativo.

Elementos clave que conviene recordar:

  • SAM es fundamental para las organizaciones que deseen optimizar su traslado a la nube y debe formar parte integrante de cualquier estrategia para la nube.
  • La informática en la nube ofrece a las empresas una gran oportunidad para gestionar el coste de instalación de software con más eficacia y controlar qué software se necesita, quién lo necesita y cuándo lo necesita.
  • La informática en la nube es un nuevo planteamiento de la TI y del cumplimiento de licencias.
  • Las licencias de software convencionales y existentes requieren atención especial antes de dar el paso a la nube.
  • Necesitará nuevas políticas para garantizar la implantación eficaz de los nuevos servicios en la nube.
  • SaaS introduce desafíos potenciales relativos al uso no autorizado de software y al shelfware.