Con ello adquiere una agilidad que, anteriormente, habría supuesto un elevado precio. Los servicios se pueden prestar, configurar, reconfigurar y lanzar en cuestión de minutos, permitiendo que la TI de una organización avance finalmente a igual ritmo que su crecimiento.
Dada la facilidad con que se prestan los nuevos servicios en la nube, existe la posibilidad de que una empresa no contrate el servicio adecuado o de que un empleado se suscriba a servicios sin la debida autorización, pudiendo eludir los habituales elementos de control y equilibrio SAM.
El uso de servicios en la nube también entraña un modo diferente de plantearse el coste total de propiedad (TCO), que engloba los costes de los servicios, los costes de licencias de software adicionales debido al uso de software en la nube y una serie compromisos mínimos que trascienden las necesidades de una organización. Conocer otras tendencias tecnológicas, como la de «trae tu propio dispositivo» (BYOD), también resulta crucial para aumentar al máximo sus oportunidades en la nube y adaptar su enfoque SAM en consonancia.
Existen varios modos de utilizar los servicios en la nube: todo depende del grado de responsabilidad que desee asumir y de lo que esté dispuesto a dejar en manos del proveedor.
El Software como Servicio (SaaS) es un servicio de suscripción al que se accede habitualmente a través de un navegador web.
Al utilizar SaaS, existen varias formas con las que SAM puede ayudarle a sacar el máximo provecho de su suscripción, por ejemplo:
Para comprender los servicios IaaS y PaaS, es importante saber primero qué es la virtualización y la función que esta desempeña.
Todas aquellas tecnologías en la nube que no son SaaS están basadas en (y habilitadas por) la tecnología de virtualización.
Una sola máquina (el host) puede tener instaladas varias máquinas virtuales, todas ellas independientes. Al crear varios recursos con una sola máquina, las empresas pueden escalar y ejecutar mayores cargas de trabajo con menos costes de infraestructura y mantenimiento.
Tradicionalmente, se otorgaba una licencia a cada software para su uso en una máquina específica. Sin embargo, en una máquina física puede haber varias máquinas virtuales, lo que puede resultar problemático desde el punto de vista de SAM.
Dada la naturaleza trepidante y flexible de la virtualización, los fabricantes de software tratan constantemente de actualizar sus políticas de concesión de licencias. Por este motivo, usted necesita un robusto programa SAM para trabajar con estos fabricantes para asegurarse de saber qué está por llegar y actuar en consonancia.
En los modelos de implementación no SaaS (IaaS y PaaS), el proveedor de servicios en la nube (CSP) suministra parte del software mientras que el resto del mismo lo suministra la empresa. Ejemplos de ello son Amazon EC2, Microsoft Azure e IBM SmartCloud.
Al contratar servicios en la nube, es importante prestar atención a los proveedores de estos servicios. Es posible contratar servicios en la nube directamente de los proveedores de servicios en la nube (CSP), como IBM, Amazon y Microsoft, así como de terceros proveedores con licencia de dichos CSP que ponen sus servicios a disposición del público.
Si contrata a un tercer proveedor los servicios en la nube, también es importante asegurarse de que disponen de los contratos pertinentes con sus correspondientes CSP para prestar servicios en la nube originales.
Esto significa que debe adaptar su programa SAM a la nube, centrándose en:
Resulta patente que el trepidante entorno de la informática en la nube exige ajustar el enfoque que las empresas deben adoptar ante la gestión de activos de software.
Debido a los importantes matices, conviene estudiar cada caso de licencias de software antes de incorporarse a la nube. No obstante, es posible adoptar una serie de medidas generales para avanzar en la dirección correcta.